La tierra y el clima son las señas de identidad de Clos Pons, nacido con la vocación de expresar, en cada una de nuestras botellas, la riqueza sensorial de la tierra.
La pasión y respeto por la tierra, el cuidado y delicadeza en cada una de las fases del proceso de elaboración y las manos expertas del enólogo Martí Magriña han aportado a Clos Pons un bagaje vinícola que consolida la bodega como un referente de calidad dentro de la DO Costers del Segre y en el ámbito internacional. Así lo avalan los reconocimientos recibidos por los consumidores y por las instituciones más prestigiosas a nivel mundial. Martí Magriñá i Poblet Uno de los primeros enólogos titulados en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, un referente dentro del mundo vitivinícola español. Su trayectoria profesional tiene un amplio recorrido por las zonas vitícolas más reconocidas a nivel mundial. Ha trabajado en bodegas de Francia, California, Chile y España. Esta experiencia hace que tenga una visión abierta de las posibilidades del mundo del vino, en el que las técnicas enológicas consiguen sacar lo mejor de cada tierra. El reconocimiento al buen trabajo se muestra en su currículum de premios, entre los que podemos encontrar medallas y buenas puntuaciones en los mejores concursos y revistas del mundo. La construcción de la Bodega culmina el proyecto vitivinícola iniciado el año 2005 por la familia Pons. El diseño del espacio se alimenta de la filosofía de tradición y respeto por la tierra, reflejo de la trayectoria de la empresa. Partiendo de los conceptos de orden, simetría, territorio y de las construcciones de piedra y madera características de la zona de Les Garrigues, el proyecto gira alrededor de su adaptación al medio y la interacción con él. La planta, de forma rectangular y emplazada en la zona superior de una colina, dispone de unas magníficas puestas de sol, divisando la inmensidad de Les Garrigues y el Pirineo catalán. La Bodega está ubicada sobre una colina que domina toda la viña. Una construcción que sigue el concepto del "Chateau" francés o del "Estate" americano. Una producción integrada en la que la uva se convierte en vino en el mismo lugar en el que se encuentra la viña. La tecnología y los métodos tradicionales se unen en esta instalación en la que todo está pensado para trabajar con respeto por la calidad y para mantener el máximo de propiedades del "terroir" en los vinos. La piedra y la madera están presentes en una nueva construcción que pretende conseguir una integración en el paisaje y un respeto máximo por la naturaleza que lo rodea
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