1958, aldea de Baldovar. La gente viaja a la lejana Serranía de Valencia en busca de vino. Quienes preguntan por Merseguera la encuentran como Verdosilla, viene de parajes como el Masecillo en las laderas del Cerro Negro, Rascaña o la Cañada París.
Vinificamos en enormes y húmedos depósitos subterráneos de hormigón y piedra. El vino se vende desde un depósito pequeño situado en la entrada de la bodega. Por fin hemos inaugurado la cooperativa de San Roque de Baldovar. 2016, Alpuente. Empezamos el viaje, buscamos el lugar ideal para albergar nuestro proyecto, recuperar el cultivo natural de la uva Merseguera. Sabemos que la idea de rehabilitar alguna de esas viejas cooperativas abandonadas daría al proyecto el componente vecinal y participativo que queremos. La aldea de Baldovar nos abre sus puertas, una oferta que no podemos rechazar: resucitar su antigua bodega.
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