Numanthia fue fundada en 1998 por la familia Eguren, propietarios entonces también de las bodegas Sierra Cantabria, Señorío de San Vicente y Viñedo de Páganos en La Rioja.
Con el objetivo de producir vinos que realmente representaran las características particulares de la región, comenzaron a comprar viñedos viejos a nivel local y cultivaron cuidadosamente una colección de parcelas en los distritos municipales de Valdefinjas, Toro y Argujillo. Como pioneros, descubrieron que la vieja y autóctona tinta de Toro podía ofrecer vinos potentes, suculentos y de notable intensidad. El nombre de la bodega rinde homenaje al pueblo de Numancia, que en el 133 a. C. luchó contra las tropas romanas invasoras, y quiere asociar su tenacidad con la que muestra la variedad tinta de Toro; una uva de piel oscura que resiste las adversidades del clima y el terreno de la región. Durante la epidemia de la filoxera, las vides de tinta de Toro opusieron una gran resistencia y la bodega se enorgullece hoy de contar con una gran cantidad de viñas sin injertar de más de un siglo de antigüedad. Unas uvas de las que procede la rica concentración y la complejidad que muestran los vinos de la bodega. Los fundadores de Numanthia crearon todo un icono en Toro. El lanzamiento del vino Numanthia en 2000 despertó un entusiasmo considerable, seguido por el magnífico galardón de 100 puntos de Robert Parker para Termanthia 2004. En 2008 la bodega fue adquirida por el grupo LVMH (Louis Vuitton Moët-Hennessy) y se convirtió definitivamente en una referencia de lujo en el mundo del vino. Bajo su dirección, y con un gran equipo profesional en la bodega, el énfasis se continúa poniendo en la excelencia, en la calidad y en la riqueza de la uva tinta de Toro.
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